El agua es un recurso vital para el desarrollo de la civilización, la historia lo ha demostrado mediante el florecimiento de las culturas Mesopotámica, Egipcia, Hindú y China. Sin embargo, también la historia ha sido testigo de las graves catástrofes que el agua puede causar. Es por esto que resulta primordial para cualquier cultura tener un adecuado manejo de este recurso, tanto para su abastecimiento, como para evitar siniestros. Las culturas mesoamericanas no son la excepción y debieron enfrentar un gran reto al establecerse ya sea en zonas lacustres o con escasez del líquido. Para el aprovechamiento del agua debieron construir desde pequeñas estructuras hidráulicas hasta colosales obras. Cabe mencionar que estos pueblos lograron propósitos como la distribución del agua, el abastecimiento y el riego, siguiendo técnicas sustentables para minimizar su impacto ambiental.
Obras hidráulicas en la historia de México.
- puertos de canoas,
- acequias hondas para navegación,
- ciudades fundadas totalmente en el agua (sobre chinampas),
- ciudades fundadas parte en agua y parte en tierra firme,
- calzadas que atravesaban las lagunas,
- andenes, jardines, estanques y huertos en la orilla de la laguna salobre de México.
Obras hidráulicas en la época prehispánica.
- Obras hidráulicas para la irrigación agrícola.
- Sistemas hidráulicos y formación de lagunas artificiales.
Obras hidráulicas en la época colonial.
A la llegada de los españoles, muchos de los sistemas hidráulicos continuaron utilizándose sin grandes cambios, sin embargo, después de cierto periodo de tiempo éstos empezaron a sufrir transformaciones. Con la conquista, se terminó el régimen de organización social existente y se implantó la organización en haciendas, por lo cual, la compleja red de canales que sirvió para irrigar los valles fue inutilizada. En cambio, sí se siguió aprovechando el agua pluvial mediante presas derivadoras y se introdujeron nuevas técnicas de desviación de corrientes de agua como las galerías filtrantes o qanats de origen persa.Innovaciones tecnológicas.
- El empleo de máquinas como la palanca y la rueda para la extracción de agua de pozos por un solo hombre y para mover maquinaria con fuerza hidráulica. Son ejemplos las ruedas hidráulicas, las poleas y los tornos.
- La construcción de acueductos sobre arquerías sencillas, dobles o triples, para sustituir los acueductos sobre terraplenes evitando así complicaciones a causa de la topografía. Ejemplo de éstos son los “arcos de Tembleque” en Hidalgo, el acueducto de Chihuahua, el de Querétaro y el de Zacatecas, entre otros.
- El almacenamiento de agua en pilas y fuentes para el abastecimiento como las de Chiapa de Corzo, Tochimilco y Texcoco.
Nuevas estructuras hidráulicas.
- El futuro de las obras hidráulicas prehispánicas y coloniales.
Hoy en día, existen en el norte del país algunas estructuras hidráulicas que datan de las épocas prehispánica y colonial. Sistemas como el de transporte de agua por gravedad y las galerías filtrantes cuentan con miles de años de existencia en Mesoamérica y durante este tiempo han sido usados para la derivación de agua para su aprovechamiento agrícola, a estas obras se les conoce como sistemas de riego pequeños. Estudios sobre este tipo de sistemas han demostrado que tienen un alto grado de sostenibilidad, bajos costos económicos y altos rendimientos de producción agrícola, pudiéndose considerar como una importante alternativa de generación de desarrollo. A pesar de estas características, estos sistemas se encuentran en decadencia debido en gran parte a su desconocimiento tanto en la parte técnica como en la organizacional. Algunos de los problemas que enfrentan los sistemas pequeños de riego son su dependencia del mantenimiento y control de los bosques para favorecer la infiltración del agua, la desaparición de comunidades indígenas y rurales que se encarguen de su operación y mantenimiento, y finalmente, la expansión del proceso de distribución de agua por redes entubadas. A pesar de estos factores, hoy en día existen casos exitosos del funcionamiento de sistemas pequeños de riego. Entre los más importantes podemos mencionar a Parras de la Fuente en Coahuila, Bustamante en Nuevo León y Valle de San Bartolomé en Chihuahua. La importancia del estudio de dichos sistemas no sólo estriba en la recuperación de las estructuras hidráulicas históricas, sino también en la ayuda que pueden brindar en la continuidad y conservación de mantos acuíferos y en la generación de tecnologías sustentables.[13]
esta es una muy buena información no como otras en que ha buscado.
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